CALENTANDO UNA CHINITA

A eso de las cuatro de la mañana de un sábado tres jóvenes junto a muchos más se sientan en las escaleras de Los Bajos de Aurrerá para conversar, relajarse y consumir estupefacientes. Yo estoy

en la salida de un local heavy en el patio de arriba, camuflado entre melenudos y princesas callejeras, y aprovecho sin ser visto para captar esta imagen donde uno calienta una china de hachís con el mechero ante la atenta mirada de sus colegas.