En un viaje de trabajo subí a Bilbao para hacer un estudio
de mercado sobre el tejido empresarial vasco, y cuando acababa la jornada salía
a sacar fotos por la ciudad. En una ocasión diluvió y llovieron como dicen los
ingleses perros y gatos. Andaba por el casco viejo de Bilbao y fue una gozada
fotografiar bajo la lluvia a personas con
paraguas y los brillos de los reflejos del agua.
No hay comentarios:
Publicar un comentario