A diferencia de las meretrices de origen europeo y latinoamericano, ninguna africana se ha atrevido a dar el paso debido a que para las trabajadoras del sexo subsaharianas ejercer la prostitución es un acto religioso. Por tanto he cometido sacrilegio y la reacción es muy violenta. Tengo que huir por patas para salvar mi integridad física y el pellejo.
Que este vídeo sirva de reflexión a los legisladores sobre la inutilidad de la ley en estos casos, y para que incorporen elementos de vudú en la legislación.
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